¿Por qué emprender rima con aprender?

Los más puristas ya sabrán la respuesta: son dos palabras que comparten la última sílaba, por tanto, tienen rima consonante. Sin embargo, el objetivo de este este artículo no es debatir sobre temas lingüísticos o poéticos. Más bien es entender la relación entre emprender y aprender desde una perspectiva vital propia e irremediablemente subjetiva.

El emprendimiento implica moldear una idea que se te puede ocurrir en el momento más inesperado para tratar de ejecutarla y pasar a la acción. El resumen perfecto es que nuestro vasto refranero ya contempla esta sensación con aquello de «del dicho al hecho hay un buen trecho». Decidirse a emprender supone convertirse en un casi experto en asuntos burocráticos, protocolarios, financieros y hasta de oratoria (seguro que me he dejado alguno).

Ese mismo proyecto que en tu cabeza es el gran invento, soluciona una demanda histórica de la sociedad y te va a hacer inmensamente rico tiene fisuras, aunque la emoción inicial te impida apreciarlas. Por eso, emprender es un aprendizaje hacia el autoconocimiento; en paralelo al desarrollo de esa idea  con la que crees que va a cambiar tu vida y la de tus semejantes.

Emprender también es crecer, es situarte frente a tus fortalezas y debilidades con el objetivo de que se complementen

Apostar por ejecutar esa idea con la que una bombilla se encendió en tu mente es también lidiar con el fracaso. Perdón, los fracasos. Si solo hubiese uno, yo no estaría escribiendo estas líneas, pues puede que incluso mi credibilidad quedara en entredicho. Además, el emprendimiento conlleva capear temporales y montañas rusas con más o menos loopings. Es un periplo de vaivenes con elogios y críticas. No obstante, compensa. Lo tengo claro. A pesar de las dudas y de la diversidad de las trabas que van surgiendo,  el recorrido me ha servido y me está sirviendo para mejorar.

Emprender es ser resolutivo, es dejarse asesorar, es riesgo ( según la cabeza y el capital de cada uno), es explorar nuevos campos. En definitiva, emprender rima con aprender porque detrás de las ideas siempre hay un «tú» o un «nosotros» que le da forma. Los proyectos -sean del tipo que sean- siempre llevan firma. En tus manos está que luzca más o menos.

Foto: Pablobybuffer